CATECISMO 3
11. ¿Qué es la Sagrada Tradición?
La Sagrada Tradición es la transmisión viva de la Revelación cuya plenitud es Jesucristo. En efecto, Jesús comunicó a sus apóstoles el misterio de Dios y de nuestra salvación, y estos a su vez lo trasmitieron fielmente, sea de palabra o por escrito. De esta manera, lo que Jesús nos ha revelado ha llegado hasta nosotros, en la Iglesia y para todos los hombres.
Esta transmisión se realiza mediante la asistencia del Espíritu Santo, y progresa en la comprensión de aquello que es transmitido mientras más se medita, se enseña y se vive. De este modo, la comunicación que el Padre ha hecho de sí mismo por medio de Jesucristo en el Espíritu Santo sigue presente y activa en la Iglesia.
12. ¿Qué relación hay entre Sagrada Escritura y Tradición
La Sagrada Escritura y la Tradición no son dos realidades opuestas entre sí; tampoco son dos cosas absolutamente diferentes. Tanto la Tradición como la Sagrada Escritura surgen de la misma fuente; ambas contienen la misma y única Palabra de Dios. Sin embargo, son dos modos distintos de transmisión: La Tradición es transmisión viva que se dará a lo largo de todos los tiempos; la Sagrada Escritura muestra la permanencia y fidelidad inalterables de la Palabra de Dios.
13. ¿A quién fue confiada la Revelación Divina?
Jesús confío su Revelación a los apóstoles, y por éstos, a la Iglesia. Pero dentro de la Iglesia, son los obispos, sucesores de los apóstoles, quienes tienen la misión de conservar, explicar y difundir la Palabra. El Magisterio de la Iglesia es, pues, el intérprete auténtico de la Palabra de Dios, oral o escrita, y está a su servicio.
El Magisterio ejerce plenamente esta misión de explicar la Palabra cuando formula los dogmas. Estos son verdades de fe que el Magisterio propone como pertenecientes a la Revelación, o ligadas a ella, Un dogma no es una verdad nueva añadida a la Revelación; sino más bien una verdad que está ya en la Revelación y que se hace explicita, y por tanto, que debe llevar a la adhesión de la fe. Y si bien el Magisterio nos enseña que la Revelación ya fue dada definitivamente por Cristo, acepta la existencia de las llamadas “revelaciones privadas”. Estas no traen algo nuevo que Jesús no haya dicho, sino más bien son acentos que permiten vivir de manera más plena la única Revelación en determinados momentos y circunstancias históricas.
14. ¿Qué es la Sagrada Escritura?
La Sagrada Escritura o Biblia, es la Palabra de Dios que ha sido puesta por escrito. En este libro, está contenido lo que Dios nos ha revelado y que fue escrito a lo largo de muchos siglos por diferentes autores humanos que escribieron aquello que el Espíritu Santo les iba señalando. A esto le llamamos la inspiración.
15. ¿Qué es la inspiración?
a inspiración viene a ser la acción que ejerce el Espíritu Santo sobre el autor sagrado para que ponga por escrito todo y so lo que Dios quiere. De esta manera, lo escrito es inspirado porque tiene a Dios por autor principal y se puede decir que la Escritura es auténticamente la Palabra de Dios. Sin embargo, para dejarnos su Palabra, Dios se ha valido de autores humanos con sus capacidades, inteligencias e inclus o sus limitaciones. Por tanto los hombres son también verdaderos autores.
Del hecho de que la Sagrada Escritura tiene a Dios por autor (inspiración) se sigue que lo que la Escritura enseña con fidelidad y sin error alguno es la verdad que Dios hizo consignar para nuestra salvación. A esto se le llama la Verdad de la Sagrada Escritura.
Y como Dios ha dejado a la Iglesia el encargo de cuidar su Palabra, entonces la Iglesia puede decir qué libros son inspirados, y por tanto, Palabra de Dios. Esto se llama canonicidad: el reconocimiento que la Iglesia hace de un libro como verdadera Palabra Divina. El nombre viene del griego canon, es decir, lista. Fue la Tradición la que elaboró el canon bíblico, integrado por 46 libros del Antiguo Testamento y 27 del Nuevo Testamento:
Antiguo Testamento: Génesis, éxodo, Levíticos, Números, Deutoronomio, Josué, Jueces, Rut, 1 Samuel, 2 Samuel, 1 Reyes, 2 Reyes, 1 Crónicas, 2 Crónicas, Esdras, Nehemías, Tobías, Judit, Ester, 1 Macabeos, 2 Macabeos, Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés, Cantar de los Cantares, Sabiduría, Eclesiástico, Isaías, Jeremías, Lamentaciones, Baruc, Ezequiel, Daniel, Oseas, Joel, Amos, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahúm, Habacuc, Sofonías, Ageo, Zacarías, Malaquías.
Nuevo Testamento: Evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan, Hechos de los Apóstoles, Cartas de Pablo a los Romanos, 1 Corintios, 2 Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1 Tesalonicenses, 2 Tesalonicenses, 1 Timoteo, 2 Timoteo, Tito, Filemón; la Carta a los Hebreros, la Carta de Santiago, 1 Pedro, 2 Pedro, 1 Juan, 2 Juan, 3 Juan, la Carta de Judas y el Apocalipsis.
16. ¿Cómo se relacionan entre sí el Antiguo y el Nuevo Testamento?
El Antiguo Testamento describe la Antigua Alianza hecha por Dios con el pueblo de Israel para salvar a los hombres que desde el inicio de la historia habían pecado contra Dios. El Nuevo Testamento narra la salvación definitiva realizada por Jesús, quien instaura una Nueva Alianza, cumplimiento de la anterior, en la que toda la humanidad puede alcanzar la reconciliación integral. Esta salvación, ocurrida de manera real en nuestra historia humana, es descrita en los Evangelios, que son como el corazón de la Sagrada Escritura, y es explicitada en los otros escritos neotestamentarios.
Por tanto, la Sagrada Escritura debe verse como una unidad. Porque ambos Testamentos son la única Palabra de Dios, y porque describen la única Revelación de Dios. Sin embargo, como la plenitud de la Revelación es Jesucristo, se debe leer y entender toda la Escritura desde el misterio de Jesús. Todo lo que el Antiguo Testamento dice, encuentra su sentido y su realización en el Nuevo Testamento, y lo que el Nuevo Testamento dice, ya estaba como oculto o indicado en el Antiguo.
17. ¿Cómo debemos interpretar la Escritura?
Siendo la Sagrada Escritura la Palabra de Dios en palabra humana, al interpretarla debemos buscar qué nos dicen los autores humanos. Y para esto es conveniente considerar los géneros literarios, la cultura de la época, los modos de hablar, etc… Alcanzamos lo que Di os nos quiere decir mediante los hombres que la escribieron teniendo en cuenta que:
a. La Sagrada Escritura es una unidad, a pesar de sus muchos libros (73 en total) y los diversos autores humanos que posee. Por tanto, si es una unidad, no puede contradecirse a sí misma.
b. La Palabra de Dios contenida en la Escritura fue encomendada a la Iglesia. Por tanto, debe interpretarse la Sagrada Escritura en consonancia como la Iglesia la ha entendido y vivido en su Tradición.
c. Las verdades que la Escritura nos presenta están cohesionadas entre sí y se sostienen unas a otras. Es lo que se llama “analogía de la fe”. Toda interpretación de la Escritura debe respetar esta analogía.
18. ¿Qué importancia tiene la Sagrada Escritura en la vida de la Iglesia?
La Sagrada Escritura alimenta la vida de los fieles: los instruye, los exhorta y los lleva al encuentro de Jesús, Palabra viva del Padre (ver Jn 1, 1).
Por eso la Iglesia ha venerado siempre a la Escritura así como lo ha hecho con la Eucaristía, el Cuerpo del Señor, e invita a sus miembros a leerla, meditarla y practicarla.
EL HOMBRE RESPONDE A DIOS QUE SE REVELA: LA FE
19. ¿De qué modo puede responder el hombre a Dios que se le ha revelado?
Si la Revelación es para el hombre, entonces éste debe responder al amor y a la manifestación libre de Dios, aceptando y aman do libremente a quien le ofrece su Amor. Esta aceptación de Dios por parte del hombre es la Fe.
20. ¿Qué es la fe?
La fe es la adhesión personal del hombre a Dios que se revela. Por la fe, el hombre conoce a Dios y su Plan de salvación, acepta confiadamente a Dios y lo ama, y vive en obediencia a lo que Dios le pide. De allí que la fe, en cuanto repuesta del hombre a Dios, abarca toda su realidad humana: su mente, su corazón y su acción.
La fe es también don de Dios, que El nos da para que podamos conocerlo, adherirnos a Él y poder seguirlo y obedecerle. Es, pues, don de Dios y respuesta humana. Y en Santa María, la Madre de Jesús, encontramos el modelo más perfecto de la fe. Ella es “dichosa porque ha creído” (ver Lc 1, 45). Y por su fe todas las generaciones la proclamarán bienaventurada (ver Lc 1, 48).
21. ¿Qué significa tener Fe en Dios?
Tener fe en Dios, es creer que Dios es Aquel que se nos ha revelado en la persona de Jesús y que es Padre, Hijo y Espíritu Santo. La fe cristiana en Dios es una fe trinitaria.
22. ¿Qué características posee la fe?
Además de lo que mencionado, podemos señalar las siguientes características de la fe:
a) La fe en cuanto respuesta del hombre al don de Dios, es un acto racional. Lo que creemos no es algo irracional (Dios no es irracional ni caprichoso), ni nos pide que excluyamos el ejercicio de nuestra inteligencia. Pero la fe, al mismo tiempo es suprarracional: trasciende las fronteras de nuestra inteligencia porque Dios, en sí mismo, es misterio y no podemos comprehenderlo en su totalidad. Por eso, la fe nos permite conocer muchas cosas que por nosotros mismos, jamás llegaríamos a descubrir.
b) La fe es un acto libre del hombre. El que cree, acepta y sigue voluntariamente a Dios, porque lo ama, y donde hay amor nunca puede haber imposición. Nadie puede obligar a otro a creer, y la fe nunca debe ser impuesta a la fuerza.
c) La fe es necesaria para la salvación. El que no tenga fe, no se podrá salvar. Pero para alcanzar e sta salvación, debemos perseverar en la vida de fe, cooperando activamente desde nuestra libertad para que la fe se desarrolle en nosotros.
d) La fe es el inicio de la vida eterna; es principio de nuestra santificación. En la raíz y en la base de la vida cristiana, el primer fundamento es la fe. Por lo tanto, la fe debe ser una realidad que crezca en la persona hasta llegar a su meta: la comunión definitiva con Dios por toda la eternidad.
e) La fe es acto personal, pero no es una experiencia aislada. La fe cristiana es eclesial. Eso significa que la fe no es algo que nosotros nos hayamos dado; nos la ha transmitido la Iglesia en el bautismo. Y por eso, la fe es experiencia comunitaria, donde todos nos apoyamos mutuamente. Yo no puedo creer sin ser sostenido por la fe de los otros, y por mi fe yo contribuyo a sostener la fe de los otros.
LA PROFESION DE LA FE CRISTIANA CREDO DE LOS APOSTOLES
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos
y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia Católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.
CREDO NICENO CONSANTINOPOLITANO
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso,
creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado,
de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho;
que por nosotros, los hombres
y por nuestra salvación bajó del cielo,
y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre;
y por nuestra causa fue crucificado
en tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado,
y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo,
y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria. Y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia,
que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo
para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
23. ¿De qué manera expresamos nuestra fe?
El contenido de nuestra fe es amplísimo, porque Dios y su Revelación son inabarcables e inagotables. Sin embargo, la Tradición de la iglesia ha creado unas oraciones que son como la síntesis de la fe cristiana. A estas oraciones-síntesis le llamamos “Profesiones de fe”, “símbolos de fe” o también “credos”, porque la primera palabra del símbolo es “creo”. A través de ellas la Iglesia nos enseña y nos transmite la fe.
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